
El Señorío de San Vicente pertenece a Bodegas Sierra Cantabria y se ubica dentro del término municipal de San Vicente de la Sonsierra, un territorio de larga tradición vitivinícola. Su volumen de producción procede de un viñedo denominado La Canoca, situado en un área que reúne rasgos excepcionales. Uno de sus principales valores es la presencia de una variedad autóctona que lamentablemente se encuentra casi extinta: El Tempranillo peludo. De su extracción y tratamiento se produce un vino Rioja de calidad que hereda su nombre de la denominación de la bodega.
Su composición es del 100% en esta variedad tan poco común. Sus viñedos cuentan con una configuración especial y unas metodologías basadas en la Viticultura Integrada, con unos procedimientos que se basan en el respeto por el medio ambiente. En este contexto, su terroir se sitúa como la columna vertebral en una filosofía de intervención no invasiva.
Dentro del Señorío de San Vicente el cultivo, la recolección y la elaboración están completamente exentos de aditivos y herbicidas que alteran los biorritmos naturales. El uso de abono orgánico sustituye las soluciones industriales y exógenas que pueden poner en peligro la integridad de las cepas.
Toma prioridad el trabajo manual bajo preceptos anclados en la tradición y los procesos de fermentación maloláctica en barrica de madera de roble francés y roble americano. El Señorío de San Vicente se obtiene a partir de un periodo de maduración que se extiende durante un periodo de 20 meses.
El resultado es un vino con cuerpo elegante y aroma sabroso, con notas frescas y matices amaderados.
Como en el resto de los vinos procedentes de las Bodegas de Sierra Cantabria, todo el proceso está enmarcado en una conexión con el pasado, la tradición, el respeto al entorno y la recuperación y conservación del terroir como elementos identitarios.
Comprar Vino Online > Bodegas > Rioja > Señorío de San Vicente
Comprar vinos de Señorío de San Vicente
Opiniones de Señorío de San Vicente
¡Compártenos en redes!
Más Bodegas

Bodegas Artazu
Bodegas Artazu inicia su trayectoria hacia 1996, año en el ponen en marcha los primeros cultivos y elaboraciones de vinos navarros. Su biodiversidad, su antigüedad y su conexión con la historia vitivinícola se suman a un entorno repleto de contrastes y grandes peculiaridades. La garnacha adquirió un papel protagónico dentro del viñedo de Navarra durante

Bodegas Belondrade y Lurton
Belondrade y Lurton abre sus puertas hacia 1996 y en ese mismo año produce su primera añada. Ya en la primera propuesta logró adquirir cierta popularidad entre la crítica especializada llegando incluso a alcanzar reconocimiento dentro del mercado americano y japonés. Tres años más tarde el proyecto toma un carácter determinante para convertirse en “un

Dominio de Pingus
Nos encontramos ante el vino más caro de España. Pingus es una marca joven, fundada en 1995 por el enólogo danés Peter Sisseck. A pesar de la juventud de la marca, este vino procede de una vides de más de 65 años de antigüedad, que han sido tratadas desde su plantación de manera natural y

Bodegas Vega Sicilia
Desde el momento en que Vega Sicilia irrumpió en la vida de la familia Álvarez hacia el año 1982, se forjaron las bases que darían lugar a la configuración de TEMPOS Vega Sicilia. Desde los orígenes de este proyecto han transcurrido más de tres décadas definidas por una dedicación integral y un esfuerzo colectivo continuado

Bodegas Pago de Vallegarcía
Bodegas Pago de Vallegarcía asienta sus bases fundamentales en el respeto por la naturaleza. Sus formulaciones están diseñadas para alcanzar el equilibrio en la composición de los vinos a partir de una cosecha procedente de un pago propio. La fase de vendimia es íntegramente manual y se lleva a cabo cuando está en el punto

Bodegas DMateos
Con una producción de 250.000 botellas Bodegas D. Mateos inició su recorrido a través de un viñedo datado en 1886 situado a los límites del monte de Yerga, en la DO de La Rioja. Con unas instalaciones adaptadas a las últimas tendencias, su filosofía se basa en una elaboración de vinos diversificada. La libertad creativa

Spanish Palate
Nicola Thonton, de origen británico, ya había trabajado dentro del sector vinícola español durante décadas antes de fundar Spanish Palate hacia el año 2016. Su compromiso con el sector y sus conocimientos se unieron en un proyecto con un objetivo claro: Proporcionar visibilidad a partir de la construcción de sólidos lazos entre importadores y distribuidores

Bodegas Pedro Balda
Abrió sus puertas hacia el año 2008 en San Vicente de la Sonsierra, en la cuna de la Denominación de Origen de La Rioja. Un proyecto modesto y de corte familiar que no supera un volumen de producción de 1200 botellas anuales. La bodega del viticultor Pedro Balda hunde sus raíces a lo largo de

Bodegas Kirios de Adrada
Desde una perspectiva eminentemente ecológica, Kirios de Adrada dio sus primeros pasos hacia el año 2001. Ubicada dentro de los límites de la Denominación de Origen Ribera del Duero, en un pueblo pequeño llamado Adrada de Haza, desde sus inicios trabajó en una producción reducida pero exclusiva y de alta calidad. El tratamiento no invasivo

Bodegas Marqués de Murrieta
El Rioja hunde sus raíces en esta bodega. Fue Don Luciano Murrieta, hacia 1852, el responsable del primer vino Rioja y durante su creación se inspiró en las técnicas que previamente pudo aprender en Burdeos. Su objetivo fue crear una fórmula que perdurase en el tiempo. Hoy es todo un emblema de la identidad española.

Bodegas Roda
Bodegas Roda nació como un proyecto en común de Mario Rotllant y Carmen Daurella cuando a finales de la década de los años 80 se asentaron en La Rioja. Sus instalaciones se encuentran en las inmediaciones del río Ebro, en un balcón situado dentro del Barrio de la Estación de Haro. Su filosofía se basa

Bodegas Enrique Mendoza
Desde los inicios, la trayectoria de Enrique Mendoza estuvo definida por el trabajo con variedades foráneas, sin embargo, su arraigo por el territorio ha hecho que la alternativa autóctona Monastrell adquiera especial protagonismo en sus elaboraciones. Los procesos de trabajo se basan en la mínima intervención para conservar el legado que data desde el cultivo